sábado, 23 de mayo de 2020

Ensalada de arroz

Os voy a contar un secreto: antes no me gustaban las ensaladas de arroz.
Pero como casi todo en esta vida, te acostumbras a cosas distintas y acaban encantándote. Esta es una de esas cosas.
La ensalada de arroz está de muerte, y le puedes poner cualquier cosa.
De hecho, la próxima vez, le pondré guisantes, para darle el toque verde al plato. Cuantos más colores, mejor

Y otra cosa:
El hecho de pasar a fase 0 hizo que me pusiera en contacto con una de las mamis de cate, que tiene una peluquería en Faura (Carmina). Y la semana pasada me dio cita para el jueves.
Ideal, porque Lorenzo aprieta y las noches son bastante más calurosas.
El jueves también hubo reunión de padres comunioneros. Y claro, todos se fijaron en el corte de pelo. Hasta el cura, jajajaj.

Otra cosa: la mascarilla, me la pongo cuando veo llegar gente, o sea, cuando no hay dos metros de distancia entre la gente y yo.
Siempre llevo una, bien en la mano, bien protegiendo la barbilla. Y cuando veo que se acerca gente, me la pongo.
Obviamente si voy por donde Cristo perdió el gorro, o en Carfanaum provincia de Palestina, no es preciso la mascarilla. Y entonces todo es paz, armonía y descanso.
Calor y mascarilla, no son buenos amigos.
Hace muchos años, vi en un centro comercial a una persona con Burkha. Esa imagen no se me va a borrar de la mente. Pleno verano, yo en vestidito de flores y tirantes, y la cosa esa que iba debajo del burkha. Y yo pensé: esta debe de pensar que yo soy una pelandrusca. Y también pensé: el calorón que debe de estar pasando.
Ayer cuando llegué a mi portal, me moría de calor. Un agobio de la pera.
A ver si se acaba esto.
Mientas, disfrutad de la ensalada sana

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